
En mi mente aún viaja la idea de morir, la muerte me aterra, hace que mis peores pesadillas sean dulces sueños.
Siempre me ha causado temor, un miedo a dejar de sentir lo que ahora siento. Dormir eternamente, en un descanso indeseable, dentro de un ataúd, sofocando mi alma.
Si pudiera decir que morir es algo normal, estaría diciendo que vivir es algo absurdo. Si pudiera elegir un buen día para morir, elegiría vivir para siempre, aunque eso ... sea doloroso.
No elegiría ni un día soleado ni el más gris de los días, tampoco diría adiós a mis seres queridos ni a las personas más cercanas.
Tomaría el autobús de regreso a casa, y me sumergiría en un sueño profundo. Olvidando los recuerdos que me empujan al suicidio, tratando de llenar ese agujero negro que succiona mis sueños y me llena de soledad, con recuerdos lejanos, borrosos, tristemente iluminados.
Un buen día para morir, sería cualquier día de la semana, del mes ... del año. No hay diferencia entre silenciar y enfriar tu cuerpo que seleccionar un día exacto para hacerlo. Pero eso sí, si tengo que morir, primero tendría que averiguar el significado de vivir, de estar presente todos los días en este mundo zombie.
Un buen día para morir, sería cuando pierda un gran amor, el amor de una vida y por consiguiente, de mi única vida.
21 de abril de 2010
Para: Mi único amor
El viento está soplando, está trayendo recuerdos que quisiera olvidar, que quisiera enterrar en lo profundo de tu amor, de mi único amor, amor que duele y no se olvida.
Lo siento, pero no soporto verte llorar, asi que te debo un adiós, un te quiero y un beso ... y si hoy la muerte no toca mi puerta, prometo volver ...
Tengo tu imagen grabada en la mente, tu amor lo llevo en el alma y nuestros recuerdos estan en una cajita al costado de mi corazón, por si esto es un adiós ... un hasta siempre
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