
desperté con un beso, no volví a ver el amor desde sus ojos, no me enrede entre
sus cabellos negros, y jamás veré una sonrisa en el rostro petrificado que dejó la muerte ... despierta Julieta, por que no quedó veneno que mate a este pobre
Romeo».
Dicen que uno no sabe lo que tiene hasta que lo pierde ... lo dudo. Nadie sabe lo que tiene ni cuando lo pierde ni cuando lo tiene.
Llamémosle amor, a ese sentimiento juguetón, que atonta a las personas convirtiendolas en luchadores incondicionales, gladiadores ridículos listos para salir valerosamente a la arena y ser deborados por un tigre, listos para saltar de un puente; o simplemente dispuestos a embriagar sus corazones escuchando alguna canción de Ricardo Arjona, cantandola a viva voz, mientras los mejores recuerdos de un amante del pasado recorren sus mentes en un doloroso paseo.
Algunos podrían decir que no todos los casos son iguales ... pero sí muy semejantes, como viajar en una máquina del tiempo y descubrir a tu yo del futuro.
¡¡Vamos muchacho enamorado!!, la vida no se tacaba, cuando rompes con tu enamorada.
Conosco al Chico del corazón roto, hace poco terminó una relación de tres años, con la primera mujer de su vida ... hasta hoy. Ciertos días viene a mi casa y mientras hablamos de cosas triviales, advierto en sus ojos un inmenso vacío, como si estuviese perdido en una dimensión paralela, mientras mueve la boca inconcientemente, solo para responder. Pasa que cuando pierdes un amor, tu pequeño sueño, el pequeño mundo de cristal que creaste, se rompe en pequeños fragmentos difíciles de recojer.
Conosco al Chico aventurero, todos los días me llama al celular para comentar; o simplemente para joderme el día con sus charlas de fiestas y chicas. Siempre con el olor a cerveza impregnada en su ropa, alardeando de sus nuevas conquistas e ignorando mi aburrimiento.
Conosco a la Chica Vive la vida, con sus frases emprendedoras, sus ánimos elevados, siempre en una discoteca disfrutando de la única vida que conoce y que según ella, es para aprovecharla al máximo, locamente, en éxtasis.
Tengo amigos y no amigos, deambulando por mis días felices y no tan felices. De cualquier ángulo, el amor está en el aire, contaminando a los peatones de una ciudad desprovista de afecto, carente de cariño.
Me niego a enamorarme, por que el querer no se encuentra en la primera

El amor sigue escondido como un tesoro, enterrado por algún pirata de tiempos antiguos, esperando a ser encontrado. No deseo experimentar el dulce dolor, la costumbre desgarradora, la obsesión idiota, el placer animal. Por que un abrazo, unas caricias, unas palabras, una compañía no son suficientes para definirlas como amor.
No quiero ser una imitación absurda de Jesuscristo, pero sé muy bien como es el juego, ese juego de sábanas, ese juego de promesas irreales, en el que siempre obtienes un imenso GAME OVER en la frente si confundes los sentimientos. Ese juego mundial, muy popular, llamado facilmente amor ... ¿Juegas?.
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